En un deporte de la más alta precisión, la principal exponente de adiestramiento ecuestre de Chile reconoce que “no es barato”. Suma 4 Panamericanos y cuenta por qué nunca ha podido estar en la Villa Olímpica.

Como a su padre le parecía demasiado peligrosa la equitación, Patricia Ready se las arreglaba para practicar sin que él lo supiera con una amiga, en la Escuela de Carabineros. Recién cuando se casó con el empresario Juan Carlos Yarur ya no hubo que disimular esa pasión. La galerista de arte fue más allá y lo primero que hizo fue enseñarles a montar a sus dos hijas.

“El apoyo de mi mamá (Patricia Ready) ha sido fundamental, me compró mi primer caballo”.

Enfundada en su elegante traje ecuestre, su metro 55 y su menuda figura, Virginia Yarur Ready monta a Finn (raza Rheinlander), su caballo de 600 kilos que la acompañó en los Juegos Panamericanos 2015. En un lenguaje donde no existen las palabras, el caballo danza y se mueve magistralmente; todo un espectáculo a la vista. No hay fuerza, sólo la técnica de una mutua seducción.